La ruta que une a las localidades de María Auxiliadora y Natalio, en el departamento de Itapúa, constituyó una obra fundamental para impulsar el progreso de la región y elevó la calidad de vida de unos 50 mil habitantes. Entre las comunidades beneficiadas, también están San Pablo, Santa Librada, San Blas, Edelira y 20 de Julio, entre otras.

Se trata de un nuevo testimonio de la apuesta de Roggio, en la construcción de caminos que mejoran de manera sustancial las condiciones de seguridad y refuerzan la integración de los distintos sitios del país. El recorrido desde María Auxiliadora hasta Natalio, que ahora insume unos 20 minutos, antes demandaba no menos de una hora y siempre atentos a que no lloviera porque, en ese caso, la transitabilidad se complicaba al extremo.
Esta obra comenzó en agosto de 2019, cuando los 27 kilómetros de extensión eran de tierra y las posibilidades de circulación estaban a expensas de las condiciones climáticas. Trabajaron unas 70 personas de forma directa, y unas 150 de forma indirecta.

Dinamizar la economía

El camino listo y a disposición de las comunidades, significa un gran aliciente para dinamizar la economía de la región. Ahora hay previsibilidad, lo que significa que se puede planificar la circulación, la entrega o recepción de productos y eso es tiempo / dinero.
Una manera de reforzar este concepto es certificar que el sector agroindustrial puede mover sus vehículos confiando en la calidad del trabajo: los pequeños y grandes productores se vieron directamente beneficiados.

 

Como expresó Mariela Chaparro, la obra María Auxiliadora – Natalio es un cambio para los habitantes que implica no sólo seguridad a la hora de salir a trabajar, sino también una mejora en la infraestructura del país.

Sin pausa
Durante 2020, cuando la pandemia del Covid-19 comenzó, continuamos trabajando asumiendo la responsabilidad que el Gobierno Nacional le asignó a la obra pública. Reforzamos las precauciones para cuidar a nuestros colaboradores y al entorno de los frentes de trabajo, de manera que avanzar con el proyecto sin descuidar los aspectos relacionados con la prevención: cada empleado dispuso de un kit sanitario, consistente en productos de desinfección y protección (alcohol en gel, jabones, guantes y tapabocas).
En una situación de crisis, como la que vivimos, estuvimos allí: fuimos el camino por el que llegaron los comestibles a los poblados y la ruta que eligió la ambulancia que debía asistir a los enfermos.

Puertos a mano
Con la ruta ya lista, la localidad de Natalio subraya su condición de centro de importación y abre la posibilidad para convertirse en una herramienta de exportación, ya que tiene dos puertos muy importantes. Esto certifica el valor que reviste un camino para la sociedad: en este caso, acerca a los ciudadanos también a la posibilidad de acceder a servicios básicos, como la salud y la educación.

 

Construir caminos implica progreso a nivel nacional pero además asegura la integración de cada ciudadano sin importar el lugar donde éste se encuentre. Un camino facilita el acceso al trabajo, al sistema sanitario y al sistema educativo.

            Reflexión

            Los caminos no sólo brindan facilidades para la circulación: una ruta en óptimas condiciones permite que las personas mejoren la calidad de vida, en el sentido de que pueden salir a estudiar, trabajar, comercial, realizar actividades sociales, etc. El asfalto es un instrumento de conexión y desarrollo, en un país con mucha dispersión geográfica, que necesita acercar a sus comunidades para alimentar el concepto del crecimiento integral.