En Roggio tenemos el privilegio de alimentar el espíritu con las historias de nuestra gente. Más allá de las obras, que son la credencial con la que construimos el prestigio en estos casi 50 años, nos conmovemos con algunas experiencias que nacen en el compromiso afectivo de miembros de una familia, que se hace extensivo a las generaciones que le siguen: hoy disfrutamos de tres integrantes de la familia Segovia, pertenecientes a generaciones diferentes, alineados con el objetivo común de trabajar para aportar soluciones de infraestructura para el país.
La familia Segovia
Ya habíamos rescatado esta historia en las redes sociales, en oportunidad de la celebración del día del padre. Ahora la recreamos en la web, para tenerla siempre a mano.
Uno de los rasgos distintivos en Roggio es el respeto por los valores. El trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo son la herencia que se proyecta en la familia Segovia desde José, el primer eslabón dentro de la empresa; pasando por Jorge, su hijo; y completando el ciclo en Kevin, hijo de Jorge y Nieto de José.
El ejemplo, basado en la perseverancia y la superación, es un hilo conductor que une a las tres generaciones de Segovia. El comportamiento de José se proyecta en Jorge y se plasma también en Kevin: José cosecha respeto a cada paso, no sólo su familia sino todos los compañeros, porque todos lo reconocen una persona siempre honesta y responsable.
En esta foto, puedes ver a las tres generaciones de la familia Segovia: con ellos tenemos el honor de compartir el trabajo en nuestra querida empresa.
José Segovia trabaja en Roggio hace desde hace más de 40 años y tiene una trayectoria ejemplar. Sobre todos los reconocimientos que se le dedican, se destaca uno de un valor único: es un hombre que se destaca como un gran compañero.
El privilegio de compartir
Nuestra organización disfruta de cada página escrita en la historia de los Segovia. Hoy, más que nunca, esto es una bendición y también una gran oportunidad, porque significa que Roggio ofrece condiciones de trabajo estables, de cuidado del capital humano y con una apuesta permanente por la superación.
Somos más que una empresa constructora: somos un equipo y una familia. Nada sería igual si alguno de nuestros miembros no estuviese presente.
Además, a lo largo de todo este tiempo pudimos comprobar que realmente los valores se han traspasado de generación en generación; lo único que diferencia a Kevin, Jorge y José es la experiencia que, a lo largo del tiempo, continúan adquiriendo con esfuerzo y compromiso en cada proyecto que compartimos.
Es de un alto valor afectivo que Roggio se haya convertido en un espacio de encuentro entre familiares: que nuestros compañeros compartan oficio con sus hijos y elijan hacerlo en nuestro equipo, nos emociona profundamente y renueva la pasión y el compromiso que ponemos todos, día a día, en el trabajo.
A nivel macro y desde la perspectiva empresarial, la presencia de los Segovia certifica un capital que se valora mucho: la confianza. Contar con personas idóneas, que se han formado y han crecido con nosotros, es una tranquilidad. Conocemos los valores arraigados de esta familia y eso nos inspira confianza.
El ejemplo de la familia Segovia es la clara visualización de lo que somos: una empresa comprometida en la transmisión del conocimiento del oficio desde los más experimentados, como son los casos de José y Jorge, hasta los más jóvenes, como Kevin.
Este pequeño homenaje a las tres generaciones de Segovia es un acto de justicia. Para ser una de las constructoras más importantes del país, nos valemos del aporte de nuestra gente, del capital que late en cada historia.
¡Gracias a los Segovia, y a todos los colaboradores, por formar parte de este gran equipo!